
Ayuntamiento, Amudeca y Plataforma Violeta de El Campello programan ocho actos contra la violencia de género, enmarcados en el “25N”
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Campello09/11/2025
El Comarcal de Alicante
Cuantos actos se organizan en El Campello alrededor de la figura de Rafael Altamira, suscitan el interés de un público deseoso de profundizar en su vida y legado, conocer nuevos detalles de alguna de las facetas profesionales en las que sobresalió, y confirmar que se trata de una figura relevante en la historia de España, que descansa desde el pasado febrero en el Cementerio Municipal de El Campello tras haber sido repatriado desde México, país en el que falleció tras años de exilio.
El jueves, la sala Ramón Llull de la Biblioteca Municipal acogió una mesa redonda, en esta ocasión centrada en la obra literaria y el hispanoamericanismo de Altamira, incluida en la programación a la que ha dado forma la Universidad de Alicante, que desde el principio se implicó de forma decidida en la celebración del “Año Altamira”, anunciado por el alcalde, Juanjo Berenguer, una vez conseguida la repatriación.
El propio alcalde se encargó de dar la bienvenida a los intervinientes y al público, y concluyó con un mensaje bien cierto: “Rafael Altamira-El Campello, El Campello-Rafael Altamira: un binomio perfecto para realzar la figura de este gran e ilustre intelectual… Como dejó por escrito Su Majestad el 10 de febrero pasado, es un acto de justicia histórica y recuperación de la concordia y reconciliación”.
Entre el público estaban también la concejala de Cultura, Dorian Gomis, y ediles de PP, PSPV-PSOE, Compromís, Per El Campello y EU-Unides Podem, además de dos bisnietos del protagonista del acto: Ignacio y Javier Ramos Altamira.
NUESTRO HUMANISTA MÁS UNIVERSAL
El acto académico en sí, titulado titulada “Rafael Altamira: la obra literaria y el hispanoamericanismo”, arrancó con la intervención de la vicerrectora de Cultura de la Universidad de Alicante, Catalina Iliescu, que definió a Rafael Altamira como “nuestro humanista más universal, de cuyo trabajo destacó su lucha contra el analfabetismo, la dignidad de las personas, las libertades individuales y colectivas y el fomento de los librepensadores.
Le siguió José María Ferri, catedrático de Literatura Española y decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la UA, quien explicó que el inmenso trabajo de Altamira en diversas facetas (fue jurista, literato y docente, entre otras cosas), se debió entre otras cosas al hecho de haber vivido entre dos siglos, como Unamuno. “Pertenece pues a una hornada de intelectuales realistas y naturalistas, a los que define una mezcla entre literatura y ciencia, en las que las tendencias se solapan con un nexo común: el cambio”.
Ferri conectó inmediatamente con el público. Sobre todo al reseñar lo que para Altamira debía ser un día cualquiera de todo ser humano: 8 horas para el trabajo, 8 horas para dormir, y las otras 8 horas para instruirse y divertirse. Y en ese debate seguimos. “Más actualidad, imposible”, digo el catedrático.
HONORES
Eva Valero, catedrática de Literatura Hispanoamericana y directora del departamento de Filología Española, Lingüística General y Teoría de la Literatura de la Universidad de Alicante, se preparó una intervención “especial”, dada su condición de campellera.
Además de hablar del Altamira hispanoamericanista y literato, con reseña de sus viajes al extranjero, “donde era siempre recibido de forma clamorosa”, Valero enfatizó su empeño en que la educación llegara a todas las capas sociales, “·siempre a través de la lectura”.
Pero fue cuando se adentró la catedrática en las felaciones de Rafael Altamira con El Campello cuando el público hasta tomó notas. “En varias ocasiones fue recibido aquí por una multitud de personas, y este pueblo que sentía tan suyo lo llegó a nombrar ‘Hijo predilecto’.
Recordó Eva Valero cómo, al fallecer el padre del jurista, José Altamira Moreno, el cortejo fúnebre que trasladó sus restos desde Alicante a El Campello “fue impresionante”, y en el municipio fue recibido con todos los honores por el Ayuntamiento, por entonces presidido por Marcos Antonio Vaello.
También reseñó Eva Valero el recibimiento del que fue objeto Rafael Altamira en El Campello en 1935, a golpe de los instrumentos que tocaban los músicos de la joven banda “L’Avanç”, que llegó a desaparecer para resurgir después, y que mantiene una intensa actividad en la actualidad.
De esos y otros muchos detalles tiene información de primera mano Eva Valero porque se la dictó su abuelo, Ataulfo Valero, que durante muchos años fue Oficial Mayor del Ayuntamiento campellero. Y, en aquello época, un oficial mayor “mandaba mucho” en todos los pueblos y ciudades españolas.

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